viernes, 11 de julio de 2014

David Peralta, el arte de saber cómo reinventarse






David Peralta es una prueba clara de perseverancia. Aún cuando el destino pareció cruel con los deseos de un joven que deseaba llegar a las Grandes Ligas como lanzador, el no darse por vencido, debido a los altibajos que tuvo que enfrentar, es lo que le ayudó a sobreponerse y seguir adelante en su dura batalla por cumplir la meta de ser un bigleaguer.
“El sueño de cualquier pelotero profesional es llegar a las mayores”, expuso el novato al periodista, Alexander Mendoza, del Diario El Nacional.
El criollo, quien batea y lanza a la zurda, inició su historia como pelotero profesional con los Tigres de Aragua en 2005. Su claro desempeño como pitcher generó curiosidad entre los scouts quienes andaban en la cacería de nuevos talentos.
“Tenía buen brazo. Su recta estaba entre las 86 y 88 millas por hora. También jugaba en el outfield, solo que su proyección desde el montículo era muy buena. Estaba más desarrollado como pitcher y su condición de zurdo le daba más valor. Fui a verlo a Guacara y hablé con sus padres. Pero en ese momento no teníamos cómo cubrir sus aspiraciones”, recuerda Francisco Cartaya, scout internacional de los Dodgers de Los Ángeles, que en el aquel momento buscaba talentos para los Rockies de Colorado
Pero ese cazatalentos no fue el único en seguir los pasos de Peralta. Wilmer Becerra, hizo el seguimiento al novato y recomendó su firma a Enrique Brito, coordinador de scouts de los Cardenales de San Luis en Latinoamérica.
“Lo vi lanzando y me convenció”, señaló Brito, que ahora trabaja como cazatalentos independiente en República Dominica. “Además de su recta tenía una buena curva. Definitivamente era un zurdo con proyección”.
Para el 2 de julio del mismo año, San Luis había firmado a Peralta por $30.000 y de inmediato lo asignado al circuito veraniego en la Liga Dominicana; posteriormente llegó a la Liga de los Apalaches con el equipo Johnson City durante 2006 y 2007. Sin embargo, debido a un desgarro en un cartílago que rodea a la rótula y ayuda al movimiento de la articulación, hicieron que el novato requiriera ser operado en varias ocasiones.
2008 se convirtió en una dura campaña gracias a su continuo intento de rehabilitación, que poco tiempo después llevaron al zurdo a ser dejado libre por los alados y como si no fuera poco, al regresar a Venezuela le estaba esperando la carta de despido de la novena bengalí.
“Me lesioné dos veces el hombro y en ambas ocasiones tuvieron que operarme. Una vez que mejoré, me despidieron y cuando eso ocurre en Estados Unidos, generalmente te quedas sin trabajo en Venezuela. Fue un duro golpe, aunque nunca pasó por mi cabeza retirarme”, recordó el novato.
A sus 21 años, el venezolano se radicó en Estados Unidos, luego de dejar atrás un 5.69 de efectividad, en 62.2 innings como serpentinero, el valenciano decidió empuñar el madero y de inmediato causó impacto. En 2011, regresó a la pelota pero esta vez como guardabosques. Peralta consiguió trabajo en la Liga Independiente del Norte y terminó con el tercer mejor promedio, .392; luego en 2012, logró pasar a la pasar a la Asociación Americana, con la que exhibió el average más elevado para un toletero zurdo (.332) y dejó un OPS de .854.
“Mucha gente creyó en mí. Cuando me firmaron me dijeron que tenía más posibilidades de llegar como pitcher y que mi condición de zurdo me favorecía. Pero, simplemente, no pude”, destacó Peralta con un dejo de nostalgia. “Mi brazo estaba demasiado lastimado para seguir lanzando. Así que me sometí a un plan de entrenamiento físico que me permitiera jugar todos los días como profesional. Una vez estuve preparado conseguí un contrato de liga independiente. Gracias al apoyo de mi familia y mis amigos más allegados logré volver a jugar beisbol”.
“Regresé a lo que había hecho antes, como amateur: jugar en los jardines. Jamás pensé en el fracaso. Siempre supe, en mi mente, que podía tener éxito. El resto fue dedicación, trabajo fuerte y disciplina. Allí creo que radica el éxito”, siguió el nativo.
El esfuerzo no fue en vano, Peralta logró rendir frutos poco tiempo después, cuando Brito, que formaba parte de la oficina de los Bravos de Margarita, recomendó a la escuadra los servicios del patrullero. Fue hasta entonces que el estratega de los isleños para la temporada 2011-2012, Don Baylor, llegó a decir que el patrullero tenía el mejor swing del club.
La carrera como beisbolista que llevaba Peralta dio un giro de ciento ochenta grados. Logró llamar la atención en el año 2012 cuando bateó .332 con 70 carreras impulsadas en 98 partidos con los Wingnuts Wichita de la Liga Independiente de la Asociación Americana AA.
En 2013, regresó a la Asociación Americana y, literalmente, continuó desarrollándose con el madero vapuleando a sus antiguos colegas del montículo. Llegó a tener una línea de producción de .352 de average, con.381 de OBP y .604 de OPS en 182 turnos, repartidos en 42 encuentros.
Sin duda alguna, sus inicios como pitcher fueron oscuros y ahora que había logrado volver al beisbol organizado estaba rindiendo los mejores frutos, nuevamente había despertado la curiosidad de los scouts. Chris Carminucci, ex mánager de circuitos independientes y scout de Arizona en esas ligas, quedó encantado con su desempeño.
Sin embargo, no fue hasta que los Diamantes decidieron expandir sus operaciones,tratando de conseguir talentos que no estuvieran ligados a la Major League Baseball (MLB), que Kevin Towers, Gerente General, y Mike Bell, Director de Desarrollo de Peloteros, supieron del trabajo que estaba realizando el oriundo de Carabobo tanto con el bate como con el guante.
Una vez firmado Peralta, ingresó en el Visalia, sucursal clase “A” avanzada de los Diamondbacks en la Liga de Arizona, en principio solo llenó un puesto en el roster de 40. En su paso por el equipo, Peralta ligó .346 /.370 /.534, con 42 empujadas y 8 jonrones en 51 encuentros, logrando una racha de 13 juegos consecutivos conectando hit.
“Compramos el contrato de Peralta porque lo conocíamos. Decidimos darle una oportunidad y terminó siendo una agradable sorpresa”, dijo Bell a MiLB.com el año pasado. “Ha hecho un gran trabajo. Me gusta mucho”.
Fue gracias a la lesión que sufrió el lanzador A.J. Pollock a finales del mes de mayo de este año, que el valenciano se convirtió en una opción para ocupar la vacante en el equipo grande de Arizona. Su selección fue hecha desde doble A, liga en la que bateaba para .297, con un porcentaje de embasado y slugging de .837, con 46 remolcadas, era la segunda mejor cantidad en la Liga del Sur, uno de los circuitos con mejor pitcheo (3.83 de efectividad) en el sistema de MLB.
“Nos encontrábamos en la carretera, después de jugar el primer partido de una serie en Chattanooga”, recordó Peralta. “Me disponía a irme a la cama cuando el manager (Andy Green) tocó la puerta de mi cuarto. Me dijo que me iban a ascender y en ese instante pensé que era para triple A. Luego me corrigió. Iba a las GrandesLigas. No supe qué decir. Estaba tan feliz, tenía ganas de llorar, de gritar, de reír. Traté de llamar a toda mi familia, a mis padres, a mis hermanos, a mi esposa. Fue algo realmente inolvidable”.
¿Quién dijo que los sueños no se hacen realidad?
En su debut, Peralta aprovechó la oportunidad de su ascenso para demostrar de lo que está hecho y conectó dos imparables en cuatro visitas al plato, se ponchó un par de veces y exhibió un promedio de .500 en el juego en que los Rojos de Cincinnati, en calidad de visitante, vencieron 4-3 a los Cascabeles.
Con apenas 7 encuentros, tenía promedio de .429 (28-12), con un imparable en cada uno de ellos y un cuadrangular, siendo la primera vez que un jugador recluta de D-back logra conquista esa hazaña. Además, por si no fuera poco, había logrado una espectacular atrapada contra la barda en la parte baja de la novena entrada en el encuentro que los Diamantes ganaron para sellar la barrida contra los Rockies en su primera semana de trabajo.
“Es un orgullo ser parte de esta historia y espero que esta sensación se quede para siempre”, destacó David Peralta.
Desde que fue convocado de Doble-A Mobile e hizo su debut como ligamayorista, Peralta encabeza a los novatos de Grandes Ligas con un promedio de .331 y se encuentra en el tercer lugar con 40 imparables.
"La trayectoria de su swing es muy buena", dijo el manager de Arizona, Kirk Gibson a MLB.com. "Tiene un swing corto y compacto. Hace contacto con el bate hacia abajo. No lo ves bajar el bate con su swing, como lo hacen algunos muchachos. Mantiene corto el swing, es agresivo y reconoce bastante bien los pitcheos".
Peralta era un prospecto del pitcheo hasta hace poco pero gracias a la constancia y a no abandonar su sueño, es que cuenta con un nuevo futuro dentro del béisbol organizado, ahora, como jardinero.
“Todavía no lo digiero. Es como si se tratara de un sueño, pero es real y para seguir jugando a este nivel, para seguir llevando el uniforme de Arizona, debo continuar trabajando, esforzándome cada día que salgo al terreno”.
En la Liga Venezolana de Beisbol Profesional tiene tres campañas con los Bravos de Margarita y para esta zafra se espera que sea uno de los pilares fundamentales de una novena que cuenta con jóvenes de gran proyección como Edgar Durán, Gerson Montilla, Wilfredo Tovar y Breyvic Valera, así como peloteros de experiencia en el caso de Eliézer Alfonzo y Luis Jiménez, sin dejar a un lado la figura de Wilmer Flores.
El venezolano, que cumplirá 27 años de edad el 14 de agosto, ha actuado por nueve temporadas, cinco de ellas en la pelota rentada nacional; cinco ligas y tres países. Su pasión por la pelota es algo inspirador para muchos, sin duda alguna, se ha ganado a pulso cada uno de sus logros.

María José Meléndez
Foto cortesía de zimbio.com

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